La inestabilidad emocional es un rasgo de la personalidad que resulta incómodo tanto a la persona que lo padece como a quienes le rodean. Los estados emocionales suelen ser predecibles en condiciones normales, lo que nos permite prepararnos y saber cómo actuar en cada momento. Por ejemplo, si a mi pareja le acaban de ofrecer un trabajo que le gusta creo que va a estar de buen humor durante todo el día y puede que durante varios días o semanas. Pero no siempre es así. Determinados factores, tanto externos como internos pueden hacernos cambiar de estado de ánimo.
Puede que nuestra pareja empiecen a surgirle miedos sobre si será capaz de afrontarlo y dar la talla en su nuevo empleo. Puede también que piense que a lo mejor no encajará con sus nuevos compañeros. De repente puede pensar que el nuevo trabajo le va a impedir disfrutar de tardes en el parque con sus hijos.
Éstos, y otros muchos miedos y fobias, podrían hacerle cambiar de estado emocional e incluso podría pasar una semana alternando estados de euforia por el nuevo logro con estados de ansiedad y estrés.
Aunque las posibilidades y tipos de persona con esta característica son infinitas existen según los psicólogos, 4 características que suelen ser comunes a todas ellas:
- En primer lugar, son personas que se muestran muy sensibles a los cambios. Cualquier contratiempo les hace sentir mal y pueden pasar de estar viviendo un momento de euforia y felicidad intensa a encontrarse aterrados. Este miedo al fracaso les hace huir de determinadas actividades que podrían ser gratificantes para ellos.
- Su inestabilidad emocional les hace en muchas ocasiones tener cambios de humor, en muchos casos, injustificados. Siguiendo el ejemplo anterior, después de recibir la llamada del nuevo empleador y estar eufórico, empieza a llover cuando tenía planes de salir al monte y esto le hace estar de mal humor al momento.
- Son personas que tienen muy baja tolerancia a la frustración. A estas personas les cuesta mucho asumir que las cosas no salen como ellos esperaban. La tolerancia a la frustración es muy importante y se puede trabajar. Si es posible se debe educar desde la infancia. Hay que enseñar a los niños que no todo lo que quieren lo pueden tener aquí y ahora y que si desean algo con mucha intensidad puede costarles tiempo y esfuerzo conseguirlo. Atención padres ;-)!
- Falta de habilidades sociales. Al no tener un control adecuado de las emociones, las personas con inestabilidad emocional tienen una reducida red social. Llegando incluso a encontrarse más solas de lo que les gustaría.
Si te identificas con alguno de estos rasgos de la personalidad sería conveniente que trataras de trabajarlos o incluso de pedir ayuda profesional. La seguridad en uno mismo, la autoestima y la estabilidad emocional, son clave para conseguir tu bienestar. Desde el Centro de Terapia Familiar de Murcia podemos ayudarte. Consúltanos y te asesoraremos sin compromiso. Ánimo!