4 claves para afrontar el Síndrome del Nido Vacío

Hay situaciones de cambio en la vida derivadas de los procesos naturales del ser humano que muchas veces se hacen difíciles de llevar. Por ello, es necesario preverlos y estar lo más preparados posible para que llegado el momento, no nos afecten de forma negativa.

El síndrome del nido vacío se produce en los padres a raíz de la marcha de los hijos de casa y puede conllevar una serie de síntomas físicos y emocionales. En muchas ocasiones pasamos de basar toda nuestra vida, horarios, costumbres y hasta relaciones sociales en las necesidades de nuestros hijos, a quedarnos solos y desubicados porque ellos se van a estudiar o trabajar fuera y dejan de necesitarnos. Esta situación nos obliga a reorganizar nuestra vida del tal manera que podemos sentir hasta una sensación de vértigo.

¿Qué podemos hacer para sentirnos mejor? Como en cualquier proceso lo mejor es estar prevenido y preparado con antelación. Es algo que hemos visto en nuestros padres, hermanos mayores, familiares o amigos y sabemos que va a llegar.

Para ello, lo primero que debemos tener en cuenta es si hay pareja o no la hay. En estos casos, apoyarse en la pareja si la hay y retomar viejas costumbres, hábitos y aficiones ayuda bastante. Pero si no la hay no pasa nada:

  • En primer lugar, intenta recordar qué es aquello que hacías antes y tuviste que dejar con la llegada de tus hijos. ¿Hacías deporte? ¿Ibas al cine? ¿Viajabas de vez en cuando? Fenomenal! Ahora puedes retomarlo.
  • Reconsidera tus hábitos alimenticios. Puede que ya no haga falta hacer esas compras semanales en las que incluías de todo sino que puedes probar un estilo de vida más saludable evitando aquellos alimentos que estaban en tu cocina por si a tus hijos les apetecía y al final te comías tú. Una alimentación saludable junto con la práctica de ejercicio físico mejorarán tu bienestar y cambiarán tu forma de ver la vida.
  • Si tu hijo se ha ido fuera a un sitio donde puedas vistarle alguna vez, empieza a estudiar qué se puede hacer en ese país o esa ciudad. Puede que encuentres más alicientes para ir a visitarle. Puede que si comienza un proyecto de vida allí necesite tu ayuda con los niños u otra cosa…. Debes saber que la relación con los hijos mejora cuando ya no se convive con ellos.
  • Reorganiza tu casa. ¿Has ganado una habitación? Piensa qué uso puedes darle. Quizá una esterilla de yoga en el suelo o una bicicleta estática con un buen equipo de música o una pantalla de TV para iniciar una nueva rutina estaría bien. O si prefieres iniciar un hobbie como la pintura, la costura o el bricolaje, ya tienes un sitio donde montar tu pequeño taller.

Ya sabes que como todo en la vida, ese pequeño luto, se irá atenuando hasta que normalices por completo la nueva situación. De todas formas, si ves que se te hace muy duro y difícil de superar, busca ayuda profesional. Puede que solo necesites un punto de vista de otra persona externa al problema que te haga ver la situación con perspectiva. Ánimo! Y bienvenid@ a tu nueva vida! 🙂



Abrir chat
¿Necesitas información?
Centro Terapia Familiar
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?